SAÚL IBARGOYEN POEMA PATRIA PERDIDA

Ya no puedo volver

¿cuál es mi patria?

Me han pedido

que descanse el corazón

que resucite

la insistencia lograda

tenazmente

que reitere mi atención

por el perfume

de las pálidas estrellas imprevistas.

En el principio de las huellas

allá lejos permanecen

un símbolo enfermo

y una gastada bandera

sosteniéndose.

Mi punto de partida

fue el olvido

fue aquella pureza necesaria

con que a veces la memoria

se entretiene.

De distancia a distancia

por encima de piedras

de rotas arenas calcinadas

a través de la tierna

resistencia del trébol

del esquema carnal

de las caricias

del sostén transparente

de las lágrimas

a través de la pasión

que por descuido

convierte el tiempo

en formas derrumbadas

a través del abandono promovido

por leyes que rechazan

la esperanza

a través de todo hice camino

repitiendo conductas y palabras

tomando por la fuerza

el motivo de los besos

aceptando ver distintas

las cosas que no cambian.

Ya no puedo volver:

perdí mi patria

en cualquier esquina

de una calle sorprendida

o en el fragor de engaño

que ejecutan las campanas

o en la magia repetida

que suponen los crepúsculos

o en cuerpos roídos

que su sombra depositan

llegando desde oscuras

empresas de muerte.

Perdida está mi patria:

destrozados

su fresca latitud

de amplias raíces

y su prólogo de sueño

que aún se niega

a la ofensa brutal

de las mentiras.

Perdida en los altos

aullidos de la noche

en la tierra apagada

que apenas respira.

Pero el mar se acerca

y la define

con el secreto susurro

de la espuma

y los ríos proponen

que se extienda

hacia antiguas fronteras derrotadas.

¿Dónde está mi patria?

No puedo ya volver:

está conmigo.

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