ANA BERTHA BARDALES ENSAYO

Breve crítica literaria de La trágica historia del doctor Fausto

Escrita por Ana Bertha Bardales

En esta obra de Christopher Marlowe, el personaje principal llamado Fausto (tomado de la vida de un mago que vivió entre los siglos XV y XVI) nos muestra la lucha constante entre el bien y el mal, un diálogo consigo mismo que está presente durante toda la obra, el pecado que triunfa sobre el arrepentimiento, así como a un hombre que se interesa por las artes ocultas.

Esta tragedia (dividida en cinco actos) que narra la perdición del hombre hasta lo más profundo da una semejanza a la obra de Goethe, con la única diferencia de que el Fausto de Goethe es ya un hombre viejo y de que el final de aquel personaje que vende su alma al diablo es salvado por Dios luego de que Fausto se arrepiente de haberse alejado del camino correcto que lleva hacia la Verdad y perfección.

En esta Trágica historia del doctor Fausto el hombre es un joven de aproximadamente 30 años al cual el ángel bueno continuamente trata de convencer que regrese al camino del bien y que se arrepienta de haber renegado de Dios al igual que de haber vendido su alma al diablo. Pero es tal la ambición de Fausto de conseguir el dominio de todo y de todos los espíritus que atrae así a un servidor del diablo de nombre Mefistófeles, quien le dice que si ha llegado a donde él (es decir, a Fausto) fue porque lo escuchó blasfemar del Ser Supremo.

Entonces Fausto le pide a Mefistófeles que le responda todas las preguntas que le haga, como la de dónde se encuentra el infierno (lugar que para él no existe realmente), y que también le sirva como el amo que ahora es de él, a lo cual le contesta Mefistófeles que eso es algo imposible porque él solo puede servir al diablo que es su verdadero amo y que solamente podrá hacer y responder en cuanto Fausto venda su alma al diablo.

Es aquí donde se juntan dos planos que son el espiritual y el terrenal; la vida, que desde el momento de la aceptación del pacto con Mefistófeles, se entrega a la muerte y al pecado, por tanto se crea la idea de una existencia después de la muerte en la que se pagan las malas obras o, por el contrario, se vive en el paraíso la eternidad al tiempo que se conoce la Verdad, como se dice en la misma obra:

«Stipendium peccati mors est. […] Si peccasse negamus fallimur et nulla est in nobis veritas»

(Pues el salario del pecado es la muerte; pero el don gratuito de Dios es la vida eterna […] Si decimos: “nosotros no tenemos pecado” nos engañamos a nosotros mismos y la Verdad no está en nosotros)

A lo largo de esta historia, el personaje de Fausto se encuentra en una disyuntiva que es la de continuar con la magia y las artes ocultas que van contra todo lo que Dios representa y quiere o piensa en el cielo y las cuestiones divinas que le prohíbe el diablo pensar.

Es una obra que constantemente plantea ironías respecto a la religión y plasma al hombre como un ser deseoso de poder y del conocimiento como si fuera Dios o, en este caso vendría más la analogía, con el poder que tiene el diablo.

Algo que me pareció fascinante es que en esta obra se presenta la personificación de los siete pecados capitales (soberbia, codicia, ira, envidia, gula, pereza y lujuria) que van explicando quiénes son por medio de comparaciones.

En conclusión, considero que esta obra de Christopher Marlowe es excelente pues maneja de forma singular la voz en primera persona (haciendo el diálogo interno que refleja el dominio de la pasión sobre él) y en tercera persona (como, por ejemplo, con el ángel bueno y el ángel malo), a la vez que va llevando a lector con el interés de saber lo que ocurrirá al final con aquel hombre que ha desafiado a Dios y se ha entregado a la maldad.

Ésta resulta ser una vida que se va tornando más oscura cuanto más se acerca su fatal final, a causa de un placer vano que como dice en el acto quinto y último:

«Dios no lo quiere, en efecto; pero Fausto lo ha hecho y por el vano placer de veinticuatro años he perdido la dicha y la alegría eternas. Escribí un contrato con mi propia sangre, la fecha ha expirado y él vendrá y cargará conmigo».

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