LADRILLOS
Ladrillos naranjas, toldos verdes,
toldos verdes, ladrillos naranjas,
y 600 kilómetros de secano
Ruido por el ruido, llenando
tu cabeza, saliendo por
las piernas
Y una luz naranja en el cielo,
al atardecer y de noche
Asomarse a ver la luna
y es una farola
Un autobús verde, lleno de
gente, mirando
al suelo
No es de noche ni de día.
Algunos llegan, otros vuelven
y nadie dice nada
Un café en el balcón,
el balcón de aluminio
y un café que sabe
a humo
Un zumbido constante que
empieza cuando abres la
ventana y acaba cuando cierras
la puerta
Y te preguntas si
merece la pena
antes de ahogarte
en los ladrillos
PERRO
Soy el perro en la parte de atrás del coche de Dios
Ahogándose lentamente con las ventanillas subidas
ladrando y olvidado
Soy el perro rabioso que Dios
Encierra en una habitación cuando hay visitas
Que muerde cuando se abre la puerta
Y llora cuando se cierra
Soy el perro por el que Dios, en su misericordia,
compró cierres para niños y los puso en los armarios
Pero solo es cuestión de tiempo conseguir abrirlos
(Es lo malo de ser un perro
No hay ni bien ni mal, ni futuro ni pasado
Solo hay dientes y urgencias)
Y comer el chocolate de Dios, la lejía de Dios,
El matarratas de Dios
Y solo seré un perro en el suelo
Sin dientes, sin urgencias, y sin Dios
Cris Allende (Leo, 1994)
Poeta a tiempo parcial basada en Madrid. Especializada en prosa pero pasada a la otra acera. Colaboradora en revistas culturales, ganadora de un par de concursos literarios de poca monta y mala describiéndose a sí misma.